«Siéntate y observa tu mente». Eso me dijeron la primera vez que medité. Punto. Podéis imaginar que eso fue una tortura: 30 minutos más tarde, la contractura de la espalda era brutal. De eso hablamos ayer. Hoy desmontamos otro topicazo (desmontaremos un montón): no hace falta un cojín especial ni ponerse como Buda para meditar. Eso sí, hay que prepararse con cariño.
Nuevamente, con Santiago Segovia, hablamos de posturas (meditativas, se entiende), cómo crear tu espacio chachi en casa y otros consejos para que le pongas cariño a tu entreno en meditación. Y mucho humor, otra gran clave.
Recuerda que puedes descargarte de manera gratuita la libreta Mindful del Club de los Buenos Días para poner acción a tus nuevos conocimientos mindful y así poner en práctica lo que escuchas en el programa.