A veces la vida sucede tan rápido que uno no tiene tiempo de procesar todo lo vivido. Y por eso decidí empezar a escribir, para no perderme nada. Tenía tantas cosas que contarle al mundo que a veces me sentía desbordada; las palabras fueron mis aliadas, mi refugio y mi salvación en muchos casos. De ellas brotaban flores pero también tormentas. En este libro encontrarás calles repletas de historias, personas diferentes, amores rotos y pensamientos caóticos, salpicados de rutinas y recuerdos.
Porque a veces necesitamos recuerdos para entender quién somos hoy y qué estamos sintiendo, este libro intenta reflejar que a veces, vivir es ir sumando memorias? y la memoria y la vida, siempre van de la mano.